Cortesía: Fútbol Red.
En Barranquilla se respiró fútbol. En las calles se cantó el
'sí, sí Colombia, sí, sí Caribe'.
Barranquilla
fue una fiesta de principio a fin, un Carnaval tricolor que se tomó las
esquinas, calles y bulevares desde bien temprano, emperchando la Casa de la
Selección, que se vistió de alegría una vez más para celebrar esos dos
gritos de gol que unieron a todo un pueblo.
ejércitos’ de camisetas amarillas con el alma en vilo y bajo el mandato
implacable de un corazón redondo de pintas blancas y
negras, volvieron a detenerse por segundos para cantar y
vitorear al hijo del barrio La Chinita, al hijo de Barranquilla que no decepcionó
a sus hinchas.
Y
no se dejó pasar por alto al ídolo de la casa rojiblanca más querido en los
últimos tiempos, el atacante de Puerto Colombia, Carlos Bacca quién a pesar de
no haber anotado en el encuentro, fue notable su actuación y su gran empuje
para hacer un gran partido.
Una
vez más quedó demostrado que la verdadera casa de la selección Colombia es
Barranquilla, la cuna de grandes triunfos.
Redactado
por: Sergio Mejía.